"Y todos quedaron llenos del Espíritu Santo…"
Pentecostés es la fiesta de la alegría, del fuego,
el domingo en el que los creyentes nos sentimos
orgullosos de Dios.
El Espíritu Santo es un regalo de Dios y su
presencia en nuestras vidas nos identifica como miembros de su familia (la Iglesia). Ser parte de la familia de Dios realmente es un privilegio que los niños necesitan valorar. Uno de los privilegios de ser parte de su familia, es contar con la
ayuda, la fortaleza y el valor que el Espíritu Santo nos da para vivir vidas agradables a los ojos de Dios. Su presencia en nuestras vidas, nos capacita para actuar correctamente en este mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario